En el año 2000, recién licenciada en Psicología y con la sensación de saber muy poco -tenía 23 años-, decidí irme a Estados Unidos a hacer un máster en Counseling and Guidance. Quería aprender de los mejores y sumergirme en la práctica de la terapia desde el primer día. Siempre había sentido fascinación por el inglés y por ese país, encandilada por la idea de experimentar las oportunidades infinitas de crecimiento, aprendizaje y libertad para diseñar mi vida que sentía que me ofrecía.
Sin darme cuenta, irme a un sitio tan lejano fue el camino que encontré para acercarme más a mí misma. 

Fueron 4 años de retos a muchos niveles: el idioma, la cultura, la distancia familiar, los amigos, la pareja, la soledad… un máster en cuestionamiento de todos mis andamios interiores que me hizo conectar de cerca por primera vez con la ansiedad.